El nuevo complejo nuclea tres edificio y albergará a casi 1000 alumnos en tres niveles educativos, pero se retrasa el que agrupa a las escuelas de arte.
Un enorme complejo de dos manzanas ubicado en el barrio de Mataderos acogerá a 1500 niños y adolescentes del sur de la ciudad. El llamado Polo Educativo Mataderos ocupa 20.000 metros cuadrados y tendrá un jardín de infantes, escuela primaria y secundaria técnica. También tendrá lugar para un Centro de Formación Profesional (CFP) donde se dictará programación y un Instituto de Formación Técnica Superior (IFTS) donde se podrá cursar la Tecnicatura de Análisis de Sistemas, informa La Nación.
Ayer se inauguró la escuela técnica, que cuenta con 30 aulas y tiene lugar para 450 alumnos. Dentro del mismo predio, el jardín de infantes tiene matrícula para 156 niños y comenzó a funcionar en marzo del año pasado. La escuela primaria terminará de construirse en mayo próximo. Allí podrán ir unos 350 alumnos.
«Ver que los chicos puedan aprender en estas condiciones es un golazo, muestra nuestro compromiso con la educación y muestra también que esto es el futuro», dijo Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno porteño, que afirmó que la construcción de una escuela en esa zona era un viejo reclamo de los vecinos.
El Polo de las Artes de Mataderos queda a unas treinta cuadras de ahí, es un edificio que costó 180 millones de pesos, está de estreno y espera a sus alumnos. Fue diseñado para las escuelas de Cerámica N° 1, de Almagro, y Superior de Enseñanza Artística en Artes Visuales Rogelio Yrurtia, de Villa Luro, que ante las protestas de ambas comunidades educativas, comenzaron las clases en sus respectivas sedes.
Los padres y alumnos de la escuela de Cerámica desean mantener el actual edificio -sumando otro que sugieren expropiar- y rechazan mudarse a siete kilómetros de distancia. La Justicia les dio la razón por el momento. En tanto la comunidad del Yrurtia denuncia que el Gobierno los fuerza a compartir un edificio que fue creado exclusivamente para su escuela.
A siete cuadras de ahí, en la escuela Yrurtia, hay cajas de mudanza por todas partes. «Estamos en situación de hacinamiento con todo embalado, haciendo lo que podemos», cuenta a La Nación Mariana Bonet, ayudante de Pintura. Las clases empezaron hace un mes con ciertas limitaciones. «No hay mobiliario ni caballetes y creció el alumnado desde que se supo que nos mudábamos a un edificio nuevo. En primer año hay 36 chicos en un aula para 25», grafica.
Según explica, la escuela firmó un acta de compromiso según la cual a partir del 1° de abril comenzaría la mudanza: «Pero eso ya pasó también el 18 de diciembre, el 7 y el 14 de febrero. Se firma un acta, después se suspende y no pasa nada». Desde el Ministerio de Educación de la Ciudad indicaron que se entregó la escuela para que comience a mudarse a partir del 1° del mes próximo.
El reclamo de fondo de la Yrurtia se funda en una ley de la Ciudad, sancionada en diciembre de 2005, que expropió el predio de la calle Alberdi para destinarlo a esa escuela de bellas artes. Para su comunidad, no hay espacio para que coexistan allí dos escuelas.
El Polo de las Artes de Mataderos consta de dos edificios que se conectan por un patio interno: el de Juan Bautista Alberdi 4139 tiene 24 aulas de 50 m2, secretarías, direcciones, una biblioteca y una sala de exposiciones de 400 m2 repartidos en cuatro pisos. El que está sobre el pasaje Cajaravilla tiene 24 talleres de 85 m2 y un polideportivo de 640 m2.
En la Escuela de Cerámica N° 1, de Almagro, falta espacio. «Hay un solo baño para profesores y alumnos. Hay siete aulas cuando se necesita el doble, no hay comedor ni gimnasio. La escuela es chica, pero la solución de mudarla a 70 cuadras es una locura», explica a La Nación Karina Zinik, madre de una alumna. La comunidad quiere ampliar la escuela sumando el predio lindero, donde existe una concesionaria vacía.
Un proyecto de Unidad Ciudadana recogió este deseo y lo llevó a la Legislatura: su proyecto buscó declarar de utilidad pública y sujeto de expropiación el inmueble de Bulnes 23-27. El texto iba a ser debatido el 22 de noviembre, pero los diputados de la bancada oficialista Vamos Juntos decidieron no dar quórum.
Mientras tanto, la mudanza quedó envuelta en un litigio judicial. Un primer amparo impulsado por un grupo de padres logró frenarla en enero. Otro, presentado por la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), llegó hasta la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario, que a principios de este mes rechazó el pedido del Gobierno porteño de que la escuela fuera mudada. Por el momento, seguirán en su sede de Almagro.