Falta menos de un mes para que entre en vigencia un decreto histórico en Arabia Saudita. El próximo 24 de junio, luego de años de lucha, las mujeres accederán a algo tan sencillo y cotidiano como manejar un auto.
Para celebrar el acontecimiento, la versión árabe de la revista Vogue lanzó una edición especial que lleva en tapa a la princesa Hayfa Bint ABdullah Al Salud al mando de un vehículo en medio del desierto.
El fotógrafo irlandés Boo George es el autor de la imagen, que está acompañada por el título «Celebrando a las mujeres pioneras de Arabia Saudita». Además de una entrevista con la princesa, el número incluye las historias de otras árabes que están abriendo el camino de la emancipación y el empoderamiento femenino en la región. Entre ellas, la futbolista Saja Kamal, la activista Manal al-Sharif -quien impulsó la campaña Women2Drive después de ser detenida en 2011 por conducir-, Shanina Shaik, la primera modelo de raíces sauditas en desfilar para Victoria’s Secret y Ahd Kamel, la primera actriz local en aparecer en Netflix.
En la entrevista la princesa Hayfa Bint ABdullah Al Salud celebró los nuevos tiempos, aunque evitó la condena. «En nuestro país, hay conservadores con miedo al cambio. Para muchos, es todo lo que han conocido. Personalmente, apoyo estos cambios con gran entusiasmo. Es fácil comentar sobre otras sociedades y pensar que la de uno es la superior, pero Occidente debe recordar que cada país es particular y único. Tenemos fortalezas y debilidades, pero de cualquier modo es nuestra cultura y es mejor tratar de entenderla que juzgarla».
La lucha por manejar
El año pasado el príncipe heredero de Arabia Saudita, Muhammad ben Salman, firmó un decreto que fue muy bien recibido por la comunidad internacional y que entrará en vigencia este 24 de junio. Salman ya había dado muestras de cierto espíritu reformista al suspender en sus funciones a Saad al Hijri, un religioso que emitió comentarios indignantes contra las mujeres. Puntualmente dijo que no deberían conducir, ya que poseen «sólo un cuarto de cerebro en comparación a los hombres».
La prohibición de conducir llevaba tiempo suscitando las críticas de las organizaciones pro derechos humanos. Muchas mujeres de la élite saudita, que podían conducir en lugares como Londres o Dubai, habían intentado saltarse esa prohibición en su país, pero fueron detenidas.
